El festival Adar busca los mejores hórreos para música de cámara
Guillermo Laporta, a la izquierda, con un trío de cuerda, interpreta «Afilador», de Andrea Casarrubios, en una panera de Leiguarda. | FOTOGRAFÍA CEDIDA POR EL FESTIVAL ADAR
El certamen, con sede principal en Leiguarda y que se desarrolla del 4 al 17 de agosto, lanza un concurso para premiar las paneras más singulares y mejor conservadas
Articulo escrito por Chus Neira, La Nueva España 20 de Mayo de 2025, Oviedo
https://www.lne.es/occidente/2025/05/20/festival-adar-busca-mejores-horreos-117581643.html
Entre Nueva York y Belmonte de Miranda –los dos polos entre los que gravitan Guillermo Laporta y Josefina Urraca– el festival Adar para el desarrollo del arte en la zona rural ideado por estos dos músicos encontró en la necesidad de buscar espacios donde sonara la música ante un grupo de espectadores la virtud de colonizar con conciertpos pequeños recintos tradicionales. "Es difícil encontrar teatros en la zona rural", admite Laporta. Y por eso han ido probando cada año nuevas fórmulas: paisajes sonoros en los que el público recorre un jardín y va encontrándose con pequeños conciertos, un recital en un invernadero o sesiones de aforo reducidísimo en hórreos y paneras. Esta última fórmula, en la que la falta de plazas suficientes se suplió multiplicando los pases, les permitió comprobar el año pasado que estas construcciones, con un repertorio bien elegido para formaciones de cámara pueden convertirse en experiencias "maravillosas". Convencidos de ese potencial, el festival lanza ahora un concurso para premiar tres hórreos y paneras e incorporarlos al circuito de sus conciertos.
Entre Nueva York y Belmonte de Miranda –los dos polos entre los que gravitan Guillermo Laporta y Josefina Urraca– el festival Adar para el desarrollo del arte en la zona rural ideado por estos dos músicos encontró en la necesidad de buscar espacios donde sonara la música ante un grupo de espectadores la virtud de colonizar con conciertpos pequeños recintos tradicionales. "Es difícil encontrar teatros en la zona rural", admite Laporta. Y por eso han ido probando cada año nuevas fórmulas: paisajes sonoros en los que el público recorre un jardín y va encontrándose con pequeños conciertos, un recital en un invernadero o sesiones de aforo reducidísimo en hórreos y paneras. Esta última fórmula, en la que la falta de plazas suficientes se suplió multiplicando los pases, les permitió comprobar el año pasado que estas construcciones, con un repertorio bien elegido para formaciones de cámara pueden convertirse en experiencias "maravillosas". Convencidos de ese potencial, el festival lanza ahora un concurso para premiar tres hórreos y paneras e incorporarlos al circuito de sus conciertos.
Las posibilidades que tienen las paneras como auditorio para la música de cámara las descubrieron el año pasado en Leiguarda, donde el festival tiene su sede principal. Entre diez y quince personas entraban al hórreo, escuchaban "Afilador", de la chelista residente del festival Andrea Casarrubios, una pieza para flauta y trío de cuerda, y luego otro grupo entraba a escuchar el siguiente pase mientras el primer grupo de espectadores seguía de paseo por el pueblo, descubriendo más música y disfrutando de la gastronomía local. Música clásica y sidra. Una combinación de éxito.
El concurso que han lanzado ahora simplifica las bases para lograr la máxima participación, conscientes de los problemas en la zona rural. Los propietarios de hórreos y paneras que quieran participar solo tienen que mandar un mail (leiguardamusic@gmail.com) o un mensaje al 663 604 030 con varias fotografías del hórreo o panera (vista general, entorno y detalles), la ubicación exacta (dirección o coordenadas) y una breve descripción o comentario personal sobre el espacio y su historia.
La convocatoria permanecerá abierta hasta el 30 de junio. El festival Adar inspeccionará los equipamientos que lleguen a la final y seleccionará a tres teniendo en cuenta el estado de conservación del equipamiento, el uso que se le esté dando, su localización y sus posibilidades artísticas. El que obtenga más puntuación recibirá también un premio de 500 euros, pero la idea es que esos tres espacios se incorporen al festival y puedan acoger conciertos de cámara o instalaciones artísticas, como ya han hecho en otras ediciones. Al final, resume Guillermo Laporta, "es una forma de conocer tanto a propietarios con ganas de hacer cosas como de reconocer el valor del patrimonio asturiano".
El festival Adar regresará a Asturias del 4 al 17 de agosto en su quinta edición con voluntad de extenderse por más territorio y tener más actividad. Tras su nacimiento en Leiguarda, han ido incorporando sedes en Llanes o Grado y sumando otras actividades, como las intervenciones de artistas visuales. De momento no está cerrada la nómina de municipios de este año, pero Laporta confía en suma nuevas ubicaciones inesperadas con las que lograr "una conexión entre espacio y arte" y lograr "experiencias que no sean llegar, sentarte y escuchar, sino establecer un diálogo con el entorno".